El 13 de enero, Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, es un momento ideal para reflexionar sobre una condición que afecta a tantas personas. En este contexto, es fundamental destacar una población vulnerable y frecuentemente olvidada: los adolescentes que enfrentan un diagnóstico de cáncer. Esta combinación desafía tanto la salud física como mental, creando un panorama complejo que requiere atención multidisciplinaria.
La tasa de sobrevida de Cáncer infantil en Chile es de cerca del 80%, cifra bastante alentadora, lo que da a entender que la mayoría de los jóvenes con cáncer de nuestro país y de la fundación van a sobrevivir su enfermedad. Sin embargo, no se puede dejar de lado los efectos secundarios, entre estos, la salud mental, que surge como uno de los principales temas a tener en consideración.
Más del 40% de la población oncológica a nivel mundial es significativamente más prevalente en trastornos depresivos en contraste con la población normal, y el 66% de los cuidadores de niños y jóvenes con cáncer presentan trastornos de salud mental (cifras de PINDA y FNH), esto es evidentemente más critico en la adolescencia, la cual es una etapa delicada emocionalmente.
El impacto emocional del cáncer en los adolescentes
Un diagnóstico de cáncer durante la adolescencia no solo altera el curso de la vida de un joven, sino que también afecta profundamente su salud emocional. La adolescencia es una etapa marcada por cambios físicos, emocionales y sociales, y el cáncer interrumpe bruscamente este proceso, generando sensaciones de aislamiento, miedo, y pérdida de control sobre su propio cuerpo y futuro.
Estudios y cifras han demostrado que los adolescentes con cáncer tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos de salud mental, incluyendo depresión, ansiedad y trastornos de estrés postraumático. El aislamiento social derivado de las hospitalizaciones prolongadas y la interrupción de actividades cotidianas como la escuela y el deporte intensifican estos sentimientos.
La depresión en adolescentes con cáncer puede manifestarse de formas distintas, incluyendo:
- Cambios en el estado de ánimo: tristeza persistente, irritabilidad o apatía.
- Dificultades para concentrarse: que afectan su desempeño escolar y actividades diarias.
- Alteraciones en el sueño o el apetito: ya sea insomnio, hipersomnia o cambios significativos en el peso.
- Pensamientos negativos: sentimientos de inutilidad o desesperanza, e incluso ideas suicidas en casos severos.
Es crucial identificar estos signos a tiempo para ofrecer apoyo adecuado. Se debe poner énfasis en ofrecer a los adolescentes que servimos y a sus cuidadores, la mejor calidad de vida posible durante el tratamiento y después de éste. Es por esto, que en el día mundial de la lucha contra la depresión, queremos recalcar la importancia de la salud mental de los adolescentes de nuestra comunidad.
Rol de la Fundación y misión social
Uno de los pilares de la Fundación Camino es ofrecer asistencia psicológica y emocional a los jóvenes que se acogen, instaurando un modelo de intervención de acompañamiento psicoterapéutico. Casa Camino tiene el compromiso de que cada adolescente y joven tenga las herramientas necesarias para superar esta enfermedad, entregando un acompañamiento integral y contención emocional a quienes pasan por la fundación.
Romper el estigma y fomentar la esperanza
Hablar sobre la depresión en el contexto del cáncer infantil y adolescente es fundamental para romper el estigma asociado a las enfermedades mentales. Hoy, en el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, hacemos un llamado a sensibilizar a la sociedad y a reconocer la importancia de brindar un apoyo integral que abarque tanto la salud física como emocional de los adolescentes con cáncer.
Con el acompañamiento adecuado, es posible transformar el miedo y la tristeza en esperanza y resiliencia, permitiendo que estos jóvenes enfrenten sus desafíos con fortaleza y dignidad.
0 comentarios