En Fundación Camino, la atención integral a los adolescentes con cáncer no solo se limita al tratamiento médico, sino que se amplía con la intervención de profesionales de distintas disciplinas, quienes contribuyen a mejorar la calidad de vida de los jóvenes y sus familias durante un proceso tan desafiante. Una de las áreas fundamentales en este enfoque integral es la Terapia Ocupacional, que busca promover la autonomía y el bienestar de los pacientes a través de diversas actividades.
Catalina Andrea Maureira Silva, practicante de Terapia Ocupacional en Fundación Camino, nos comparte su experiencia y visión sobre la relevancia de este trabajo multidisciplinario. Catalina comenzó su práctica en agosto de este año y, a través de su trabajo con adolescentes en tratamiento oncológico, ha podido aprender y entregar lo mejor de sus conocimientos a los jóvenes y cuidadores.
Con la amabilidad que la caracteriza, nos cuenta sobre su experiencia en la fundación y el impacto de su labor en el proceso de tratamiento y recuperación de los adolescentes.
Catalina llegó a la fundación como parte de su segundo internado universitario, asignada por su coordinadora a la área oncológica con adolescentes, con gran motivación y altas expectativas de su trabajo en la casa.
«Mi primera motivación fue aprender cómo intervenir desde la Terapia Ocupacional en este contexto tan particular. Sabía que no sería fácil, por lo que comencé a investigar semanas antes sobre los tratamientos y las mejores maneras de aportar desde mi disciplina», explica.
Trabajar con adolescentes entre 12 y 18 años no es tarea fácil, pero Catalina destaca la importancia de la paciencia y la empatía para conectar con ellos. «Al principio, fue complicado. Son jóvenes en una etapa crucial de su vida, atravesando dificultades físicas y emocionales. Sin embargo, con el paso de los días, pude establecer relaciones más cercanas, hablar de sus intereses, sus tratamientos y lo que significa para ellos estar en Fundación Camino», señala. Algo que la sorprendió profundamente fue cómo los adolescentes, a pesar de su juventud, tenían un conocimiento claro sobre su tratamiento, medicamentos y el ciclo de su quimioterapia, lo que demuestra su involucramiento y comprensión de su situación.
Desde su perspectiva como futura terapeuta ocupacional, Catalina considera que las casas de acogida como el proyecto de Fundación Camino llamado Casa Camino, son esenciales para los adolescentes con cáncer y sus familias.
«Es un espacio donde no solo se trabaja lo físico, sino también lo emocional, lo social y lo psicológico. En Terapia Ocupacional, nos enfocamos en ayudar a los jóvenes a estructurar sus rutinas, mantener un sentido de eficacia y desarrollar intereses que los motiven en su día a día», comenta Catalina. Este enfoque multidisciplinario es crucial, ya que los jóvenes que llegan a Fundación Camino provienen de diversas regiones de Chile, lo que genera un impacto directo en su desempeño ocupacional y su bienestar general.
El impacto de la Terapia Ocupacional en el tratamiento oncológico
Catalina resalta que la Terapia Ocupacional no solo contribuye al bienestar físico de los adolescentes, sino también al psicológico, social y emocional. «El papel de la Terapia Ocupacional es esencial en la recuperación. Nuestra labor no se limita a aspectos físicos, sino que también trabajamos en la mejora del estado emocional y la relación social de los jóvenes. En este proceso, la comunicación con los cuidadores es fundamental», afirma. Este enfoque integral es lo que permite a los adolescentes adaptarse mejor a su tratamiento y encontrar motivación en su proceso de recuperación.
Una serie de habilidades han enriquecido la formación profesional de la Cata, bajo sus propias palabras está: la manera adecuada de interactuar con los cuidadores y por sobre todo con los jóvenes.
Para finalizar, Catalina deja un mensaje claro e importante para futuros estudiantes y profesionales que consideren ser parte de esta causa. «Es una oportunidad invaluable. A través de mi experiencia, he aprendido que, aunque la información sobre intervenciones en pacientes oncológicos jóvenes es limitada, este tipo de trabajo tiene un impacto directo en la comunidad. Es un espacio donde no solo aprendes sobre tu disciplina, sino que también creces como persona y profesional», concluye.
El trabajo multidisciplinario en casas de acogida como Fundación Camino no solo facilita un tratamiento médico adecuado, sino que también promueve la estabilidad emocional y social de los adolescentes, brindándoles herramientas para enfrentar la enfermedad con mayor fortaleza y resiliencia.